QUE ES EL EJERCICIO AERÓBICO
MODERADO
El ejercicio aeróbico moderado es aquel que se realiza
dentro del umbral aeróbico a una intensidad media dentro
de dicho umbral. Los valores de referencia que marca la
literatura son el 60%-80% de la frecuencia cardiaca máxima.
Por lo tanto, un ejercicio aeróbico moderado se realizaría en
torno al 65%-70% de la frecuencia cardiaca máxima.
Este tipo de ejercicio presenta numerosos beneficios para la
salud. El Colegio Americano medicina Deportiva (ACSM)
propone un mínimo de 180 minutos a la semana realizados
en sesiones repartidas durante 3-5 días semanales, en
sesiones de al menos 20 minutos de duración.
Estos beneficios se concretan en la mejora de la capacidad
cardiovascular, aumento de la vigorosidad, mejora de la
percepción de salud y reducción de la fatiga. Numerosas
investigaciones han demostrado que el ejercicio físico
aumenta entre un 40%-60% el porcentaje de supervivencia
de las mujeres afectadas de cáncer de mama.
BENEFICIOS PSICO-SOCIALES
Diversos estudios demuestran que el ejercicio estimula la
producción de hormonas de la “felicidad” o endorfinas. Esto,
a largo plazo, no solo produce una sensación de bienestar y
Otra de las herramientas utilizadas es el trabajo en grupo.
Poder compartir problemas y vivencias comunes genera un
proceso sanador desde el punto de vista emocional, que
funciona tanto para las personas que ya han pasado por la
enfermedad (que apoyan y dan consejos), como aquellas
que están inmersas en el proceso y reciben los consejos y
experiencias del resto. El trabajo en grupo crea así un
ambiente de complicidad y empatía, que ayuda a las mujeres
a expresare y sentirse comprendidas.
Además del desahogo que se produce compartiendo,
encontrarse dos veces por semana con el mismo grupo de
gente facilita la creación de lazos de amistad que perduran
fuera de la clase. Todo ello, crea la sensación de
pertenencia a un grupo, y a su vez, convierte el hecho de
asistir a la clase en una necesidad muy saludable.
EJERCICIO ESPECÍFICO PARA CÁNCER
DE MAMA
Como en todas las patologías, el ejercicio prescrito para
mujeres afectadas de cáncer de mama debe ser específico.
En primer lugar nos basamos en la mejora cardiovascular y
la disminución de la fatiga que, ya que es muy habitual que
en esta patología sea crónica. Para ello, nos centramos en el
trabajo aeróbico moderado, que mejora la función cardiaca y
aumenta la vigorosidad de los practicantes. También
favorece la eliminación de grasas y regula los niveles de
insulina, uno de los factores más importantes en este tipo de cáncer.
También es importante atender a las necesidades de la
flexibilidad del miembro superior, con ejercicios que busquen
amplitud del mismo, así como la tonificación de los miembros
superiores, muy importante para potenciar la bomba
de la linfa.
Además es importante trabajar la tonificación global de una
forma divertida y variada que nos permita realizar ejercicio sin
“enterarnos”. Para ello, la variedad de los mismos y el trabajo
con música se convierte en imprescindible, ya que nos
permite conseguir todos estos objetivos.